TESTAMENT Viejo Testamento, Nuevo Testamento, Eterno Testamento.

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Emilio Jalil

Por años se ha discutido el confuso título que se le dio a Metallica, Slayer, Megadeth y Anthrax de “Los 4 Grandes”. En efecto, estas 4 bandas y, seamos sinceros, a niveles muy dispares, fueron las más populares de aquella primera generación de bandas de Thrash surgidas a principios de los 80, pero hay otras que bien deberían estar consideradas como parte de ese grupo de élite, que aunque quizás surgieron dos o tres años después de los antes mencionados, sí han demostrado que musicalmente, no les piden nada.

Hay algo en Testament que posiblemente no tengan ninguna de las 4 bandas grandes del Thrash gringo, y eso es: consistencia.

Estos sanfranciscanos no tienen en su haber ningún disco que haya levantado el entrecejo colectivo o que de plano se haya hecho merecedor de la rechifla generalizada.

Testament siempre se han caracterizado por sacar excelentes discos, y aunque algunos son más excelentes que otros, hay un perpetuo nivel de calidad en toda su obra.

Este gran nivel no solo permea su discografía, si no también ha caracterizado siempre sus presentaciones en vivo.

Aunque solo el cantante Chuck Billy (una de las mejores voces no solo en el Thrash sino en la historia del Metal) y el guitarrista Eric Peterson han estado siempre presentes en la alineación de la banda, Testament nunca se ha desviado del pedregoso camino del Thrash, editando obras monumentales desde su debut The Legacy de 1987 hasta su más reciente LP Titans of Creation del 2020.

Aunque la banda (actualmente redondeada por el gran Alex Skolnick en la guitarra, el también legendario Steve DiGiorgio en el bajo y el recién llegado Chris Dovas en la batería) ya ha tocado en innumerables ocasiones en territorio nacional, siempre es un deleite escuchar a una de las bandas más profesionales y consistentes de la escena, especialmente en el escenario del Mexico Metal Fest, en donde nunca habían tocado, con la gran calidad de audio que eso implica.

Aprovechemos pues, que los grandes Titanes del Thrash siguen caminando por la tierra, porque una generación de este calibre nunca se va a repetir.