Emilio Jalil
Alguna vez dijo el cantante Bobby “Blitz” Ellsworth que el nombre Overkill no era necesariamente en tributo a la canción de Motörhead, pero que tampoco le molestaba la idea de que la gente lo pensara así. Irónicamente, la perseverancia y, sobre todo, la consistencia de Overkill, los ha convertido en lo más cercano a ser los Motörhead del Thrash; Una banda con la que siempre sabes qué esperar.
Aunque obviamente, y a través de más de 40 años, han editado discos mejores que otros, la verdad es que Overkill nunca ha sacado un disco del cual puedan avergonzarse. Ha habido épocas más complicadas que otras, concretamente los 90, donde los cambios de alineación y sobre todo el clima musical de la década los regresó a las disqueras independientes y a tratar de mantenerse en el gusto de muchos fanáticos que estaban comenzando en perder la fe en el Thrash. Pero Blitz y el bajista D.D. Verni, únicos miembros originales en la banda, han seguido picando piedra incesantemente, lo que los ha llevado a tener una base de fans que, aunque tal vez no sea tan numerosa como la de algunos de sus contemporáneos, si es muy fiel.
Overkill siempre ha estado en la conversación sobre las bandas que también deberían estar consideradas entre las “GRANDES” del Thrash de los 80. Aunque dicha denominación no fue más que una especie de concurso de popularidad, es indudable que bandas como Exodus, Testament y Overkill no le piden nada a los “4 Grandes” .
Si nos ponemos a revisar la discografía reciente de todas las bandas americanas de Thrash surgidas en los 80, quizás solo Testament se compare a Overkill en términos de calidad y consistencia. Al menos en los últimos 24 años, Overkill se ha dedicado a sacar excelentes obras de su estilo inconfundible de Thrash inclemente, muy influenciado por el punk que reinaba en su natal Nueva York a finales de los 70. El hecho de que tengan al mismo duo de guitarristas (Dave Linsk y Derek Tailer) desde el 2001, les ha dado una estabilidad de la que carecieron en los 90 y el hecho de que cuenten con los servicios del baterista Jason Bittner (Shadows Fall) también les ha dado un aire de furia renovada.
Aunque desgraciadamente el bajista D.D. Verni acaba de ser operado de un hombro y no podrá ser parte de la gira latinoamericana de este 2024, será nada menos que Dave Ellefson quien lo estará supliendo (si ya leyeron hasta aquí creo que no tengo que mencionar quién es), así es que será muy interesante ver nuevamente en vivo a una de las bandas más emblemáticas en la historia del Thrash, dentro del festival The Metal Fest, que se llevará a cabo el próximo 13 de abril en el Velódromo Olímpico de la CDMX.
