Emilio Jalil
Algo sucedió en el año 2005 cuando Gojira editó su LP From Mars To Sirius. Para entonces, los franceses ya tenían un par de discos de Groove Metal, pero fue hasta ese, su tercer disco, que la relación y la comunicación casi telepática entre los hermanos Joe (guitarra y voz) y Mario Duplantier (batería) explotó en una monstruosidad de melodías y ritmos sincopados pocas veces vista en el Metal internacional.
En la historia del Rock y el Metal ha habido parejas de hermanos en la guitarra y la batería que logran una cohesión única, resultado de conocerse perfectamente de toda la vida, y así prever (¿o preoir?) lo que el otro va a hacer basados en el instinto fraternal.
Vienen a la mente los hermanos Van Halen y los hermanos Abbott en Pantera, pero los Duplantier además le imprimen un carácter orgánico a su música, que aunado a la temática ecologista de muchas de sus canciones, hace que oír a Gojira sea una experiencia espiritualmente trascendental.
Pero no nos confundamos, la música de Gojira es igualmente bienintencionada y devastadora, como Godzilla, (que casualmente también era el nombre original de la banda.) A través de 7 discos, los Duplantier (junto con Christian Andreu en la guitarra y Jean Michel Labadie en el bajo) lograron separarse de la camada de esa generación que surgió con el nuevo milenio y se han convertido en un fenómeno internacional.
Fortitude, el más reciente LP de la banda, es muestra de todo lo que los conforma; un despliegue del más primigenio metal y al mismo tiempo una mirada al sombrío futuro de la humanidad, que se ha metido, por su propio pie, en las arenas movedizas más profundas de la historia moderna.
Gojira es el estruendoso llamado a la reacción de la especie, aún a sabiendas de que muy probablemente, sea ya demasiado tarde.
