Emilio Jalil
Cryptopsy son parte de una generación de Death Metal que llevó el nivel técnico del género a niveles insospechados sin sacrificar garra y brutalidad. Junto con bandas como Hate Eternal y Nile, le dieron una patada en el trasero a los que pensaban que el Death Metal ya no tenía nada nuevo que ofrecer en la segunda mitad de los 90.
Los canadienses dejaron atónito a todo mundo con su debut de 1994 Blasphemy Made Flesh y durante los seis siguientes años fueron ganando fuerza, tocando ante miles de fans y sacando tres discos más de excelente Death Metal técnico (None So Vile del 96, Whisper Supremacy del 98 y And Then You´ll Beg del 2000).
Tras 5 años sin grabar disco, la banda (en aquel entonces todavía lidereada por el carismático cantante Lord Worm) lanzó su quinto disco Once Was Not, el cual, aunque en términos generales fue bastante bien recibido por la crítica y el público, mostró una tendencia más progresiva en sus composiciones, lo cual, aunque definitivamente no los convirtió de lleno en una banda de Metal progresivo, si mostró, hasta cierto punto, lo que estaba por venir.
Tras la gira del Once Was Not, Lord Worm dejó la banda y así comenzó un proceso de desfonde que culminó en el 2008, cuando Cryptopsy decidió grabar un disco que se alejó del Death Metal y añadió elementos de Rock convencional y la voz limpia de su nuevo cantante Matt McGachy. The Unspoken King no fue nada bien recibido ni por los fans ni por la crítica.
4 años después, la banda, que ya para entonces solo contaba con un miembro original (el bestial baterista Flo Mournier) decidieron reagruparse y volver a tocar ese Death Metal caótico y ultra técnico por el que la gente clamaba. Así es como comenzó la actual era de la banda. No es ninguna casualidad que a su disco del 2012 lo hayan nombrado simplemente Cryptopsy, ya que significó un borrón y cuenta nueva, ya con la adición del bajista Olivier Pinard (también de Cattle Decapitation) la banda (completada por el guitarrista Christian Donaldson) se ha abocado a volver a la senda de destrucción de sus primeros trabajos, culminando en el recién editado As Gomorrah Burns, otra salvajada con la que Cryptospy vendrá a devastar el escenario del MxMF 2023.
