Emilio Jalil
Por alguna razón, existe una percepción de que Anthrax no tendría que estar considerado entre los “4 Grandes” del Thrash de los 80, la cual se ha esparcido principalmente en una generación que en su mayoría no habían ni nacido entre 1984 y 1990, años en los que Anthrax sacó discos legendarios en la historia y evolución del Thrash en aquella década.
A diferencia de sus los otros 3 “Grandes”, que eran oriundos de California, Anthrax eran una banda de Nueva York, lo cual ya de entrada significaba que traían un tipo diferente de influencias y sonidos. El hecho de que Joey Belladona, quien fuera su vocalista entre el Spreading The Disease (1985) y el Persistence of Time (1990) (Sin duda la era dorada del grupo), tuviera una voz mucho más melódica y con un rango impresionante, también la daba a la banda un carácter bastante único dentro de la escena del Thrash.
Pero independientemente de la indudable calidad musical de aquellos discos, Anthrax tenían la peculiaridad de no tomarse demasiado en serio a sí mismos, dejando a un lado la imagen oscura y amenazante de bandas como Slayer y reflejando un lado más relajado y divertido, lo cual a veces no era muy bien recibido por los sectores más ortodoxos.
El hecho es que musicalmente Anthrax ha tenido una larga y fructífera carrera dentro del Metal, y aunque han tenido sus picos y valles (los 90 fue una época dificilísima para el Thrash), los neoyorkinos lograron redescubrirse en el 2011 (después de 20 años de altibajos) reincorporando a Belladona a sus filas (tras haberlo sustituido por John Bush en 1992) y editando el Worship Music, disco con el que retomaron el camino del Thrash. Desde entonces, la banda ha encontrado esa tan elusiva estabilidad, necesaria para poder evolucionar como banda, sin perder de vista lo que los fans esperamos de ellos.
Es así como en este 2024 la banda se dispone a editar nuevo disco y si tenemos suerte, podremos oír alguna rola nueva este 13 de abril en The Metal Fest, donde Anthrax será cabeza de cartel. Como incentivo extra, el bajo lo estará tocando nada menos que Dan Lilker, bajista original de la banda, quien no ha tocado con sus ex compañeros en 40 años y que estará cubriendo en esta gira a Frank Bello, que por cuestiones personales no podrá estar presente. Así es que no hay que desaprovechar esta gran oportunidad de ver a Anthrax con esta alineación tan especial. (y de paso, a tres cuartas parte de S.O.D.!)
